Las placas solares al servicio de la red láctea
El Martes, 9 de agosto 2011, estuve en Mu, a pocos kilómetros de Ury, no muy lejos de Boromo, acompañado del Presidente de la Unión de Mini lácteos de Burkina y de un técnico en ganadería. Queríamos encontrar a la comunidad fulani de ese pueblo para lanzar una mini lechería, a lo que se habían preparado durante varios años (alfabetización en fulfulde, construcción de una casa).
C'est un ami, producteur de riz au Sourou, mais originaire d'Oury, qui m'a fait rencontrer cette communauté peule. Très vite, elle a exprimé son souhait d'être appuyée pour la création d'une laiterie dans leur village. Je me suis demandé alors si le marché d'Oury (voire celui de Siby, un peu plus éloigné) suffisait pour qu'une laiterie soit viable économiquement. Déjà, à lui seul, un congélateur à gaz va consommer plus de 6 000 F par mois d'énergie. Ensuite, il faudra se rendre à Boromo (à 40 km environ) pour remplacer, chaque 3 semaines la bouteille de gaz.
Me vino la idea de un congelador "solar". Pero los congeladores "solares" que conozco, en realidad, ¡no lo son! Funcionan con batería de plomo de 12 voltios conectada a una placa fotovoltaica. Esa batería hay que renovarla cada año (si no está sobredimensionada).
Buscando en la web, descubrí que hay en el comercio verdaderos congeladores solares, en el sentido estricto. Están directamente conectados a una placa solar, sin batería y tienen una doble característica: están suficientemente aislados para "trabajar" solo durante el día, durante las horas de sol y descansar durante la noche. Además, en caso de que haya 3 o 4 días sin sol, contienen un líquido que, por así decir, "almacena" el frío.
Dado que la vida útil de una placa solar es de unos 25 años (mejor dicho: a los 25 años aun no están "muertas": conservan el 80% de su capacidad energética), dicho congelador puede funcionar sin gastos adicionales durante esos 25 años. Eso hace ese tipo de congelador muy interesante para individuos o comunidades "aisladas", es decir, que no están conectadas a la red eléctrica del país.
Esta es la experiencia que hemos inaugurado el pasado martes, con un congelador de 150 litros. Nuestro fabricante-proveedor, fabrica también modelos de 270 y de 410 litros. Por el momento, estudiamos la posibilidad de convertirnos en "difusores" de estos productos, lo que nos permitiría importarlos a buen precio. Que los lectores de “Burkina”, a quienes les interese el proyecto, se den a conocer. Si la demanda es significativa podríamos hacer venir un primer contenedor con estos congeladores.
Igualmente son bienvenidos los que deseen apoyar económicamente esta orientación hacia lo solar para las mini lecherías gestionadas por mujeres fulani en sus propias comunidades. Señálense, por favor.
Terminando esta carta, recibo noticias de Guinea. No son buenas. Hablan de conflictos entre pastores y agricultores. El tono mismo del artículo de “Guinea Prensa Info” da miedo: RFI confirma las masacres de ganados par bandas de Koniankés!
Pero los comentarios son aún más alarmantes, "¡Lo único que la comunidad fulani puede hacer ahora es luchar, (Debe) tomar las armas. (Si no) terminaremos perdiendo todos nuestros bienes!"
En Burkina Faso no estamos libres de un deterioro semejante del clima social. Pero estoy convencido de que la gestión por una comunidad fulani de una mini lechería es un factor muy efectivo de integración social. Primero, por la alfabetización que implica para su lanzamiento. Después, por los contactos diarios que ello conlleva.
No dejemos que crezcan los conflictos. Busquemos más bien establecer alianzas entre pastores y agricultores, y cuanto facilite la integración de los ganaderos fulani. La energía solar, al servicio de la red láctea, y por tanto de esta integración social, puede, sin duda, encontrar un lugar interesante en esta estrategia.
Kudugu, 13 de agosto 2011
Maurice Oudet
Presidente del Sedelan