« ¡Nunca pensé que, antes de morir, iba a ver a los fulani almacenar forraje para sus animales! »
En la actualidad, la Unión Nacional de Mini-lecherías y productores de leche local agrupan 26 mini-lecherías. Todas ellas se enfrentan a un gran problema: durante la estación seca, en especial a partir de febrero, los ganaderos no tienen leche para vender. La poca leche de la que disponen se consume en familia. ¿Qué hacer, pues, para aumentar su producción y garantizar que las lecherías dispongan de leche los doce meses del año?
Para solucionar este problema, las mujeres Fulani, que suministran leche a las lecherías de la Unión, en particular a las de Lena, Sondra-este, de Pa y Taloma, han pedido ayuda a la PASMEP, organismo al servicio de los ganaderos de Burkina Faso.
Y, a este efecto y según elección, se han dado sesiones de formación para el corte, secado y almacenamiento del forraje en los meses de septiembre y octubre del 2010. En particular, las mujeres Fulani se han entregado esa tarea con entusiasmo. Han aprendido a escoger el mejor forraje (las gramíneas y leguminosas) y no han temido coger la hoz y cortar buena cantidad de forraje. Lo dejaron secarse al sol y cuando estaba bien seco, hicieron pacas de 10 a 12 kg.
Sabiendo que semejante paca puede alimentar a una vaca lechera durante dos días, cada mujer segadora tenía que calcular el número de pacas necesarias para alimentar a las vacas de su manada que no irían en trashumancia, sino que permanecerían en el pueblo para abastecer de leche a la lechería. Para alimentar dos vacas desde el 01de febrero hasta el 06 de junio, se necesitan 150 pacas de forraje. Dichas pacas se almacenan fuera del alcance de los animales y al abrigo del sol o de la lluvia (mayo y junio).
¡Todo eso supone mucho trabajo! Y no todas las mujeres han obtenido desde el primer año el forraje necesario. Pero creo que se ha iniciado un cambio, y desde ahora en adelante, cada año, serán más numerosos los pastores fulani (especialmente las mujeres, pues son ellas las que comercializan la leche en beneficio de sus familias) los que almacenarán forraje. Tengo ganas de decir, ¡un cambio más!
En efecto, ¡cuántos cambios se han producido desde finales de los años 70, cuando pasé varios meses en Loroni, en el noroeste de Burkina Faso, en tiempo de lluvias para estudiar la lengua de este pueblo! Entonces, los fulani no cultivaban sino que pagaban a los jóvenes del pueblo para que trabajasen en sus campos. Por la mañana, los jóvenes trabajaban en los campos de sus padres y después, hacia las 14 horas, se iban a los campos de los Fulani para cultivarlos y ganar algo de dinero.
¡Hoy las cosas han cambiado! Por todas partes, los Fulani cultivan sus propias tierras, aunque sigue siendo un asunto de hombres, las mujeres no cultivan. Para el forraje, las mujeres no han dudado en ponerse manos a la obra, incluso con entusiasmo. Pues se trata para ellas de alimentar a las vacas lecheras. Y la leche es precisamente no solo su responsabilidad, sino también ¡su fuente de ingresos!
Esta experiencia del 2010 es prometedora. Aunque sólo sea un comienzo. El momento ha llegado de preparar y multiplicar estas experiencias, que no piden grandes inversiones, sino tan solo una preparación seria. Que pastores tradicionales Fulani corten y almacenen forraje es signo de un profundo cambio de mentalidad que no puede lograrse sin preparación seria. Mi amigo campesino lo dijo mejor cuando me decía:
"¡Nunca pensé que, antes de morir, iba a ver a los Fulani almacenar forraje para sus animales!"
Kudugu, 31 de julio 2011
Maurice Oudet
Presidente del Sedelan