¡Una red poco organizada, pero con mucho futuro!
En Burkina Faso, la red de la cebolla está poco organizada. Sin embargo, su producción va en aumento. Según la PAFASP (Programa de Apoyo a la agro-silvicultura-pastoral), en 2007, alcanzó 70 000 toneladas, lo que hace de Burkina uno de los grandes productores de cebollas de África del Oeste. Las principales zonas de producción se encuentran en la región de Bam, Sanguié, Yatenga (en los alrededores de Uahiguya) y Suru.
Las cebollas de Sanguié son conocidas desde hace tiempo. La producción de Suru es más reciente. Surgió a partir de 1996, después de la desorganización del sector del arroz. Al no haber compradores de arroz, los arroceros del valle del Suru buscaron otras alternativas.. Optaron por la horticultura, en especial por la cebolla (menos frágil que otras verduras). En la actualidad, Suru y Sanguié son las zonas principales de producción en Burkina Faso, con un rendimiento, en Suru, de unas 20 toneladas por hectárea, lo que podría mejorarse aun bastante.
Los problemas principales de la red son la comercialización y la conservación. Dos problemas relacionados entre sí. Lo más importante de la producción tiene lugar en los meses de febrero, marzo, abril y mayo. En Suru, este año, los primeros sacos de 120 kg se compraban a 65 000 F. Pero, muy pronto (en febrero) el precio cayó a 25 000 F, después a 15 000 F. En abril y mayo, los precios oscilaban entre 10 000 F y 15 000 F.
Esta caída de los precios se debe a que la mayoría de los productores de cebolla no sabe conservar su producto. Si se niegan a "malvender" sus productos, sus pérdidas alcanzan, a menudo, el 30 o el 40%.
Existe, sin embargo, en Diedugu, en Suru, una experiencia interesante a partir de instalaciones tradicionales modificadas (ver las fotos de la izquierda y de la derecha).Como ya lo hemos dicho, con este tipo de construcción, las pérdidas pueden alcanzar el 30 o el 40% de la cosecha almacenada.
El almacén de la foto de la derecha ofrece cierta esperanza, ayudando a reducir las pérdidas post-cosecha. La estructura tiene aberturas a cada lado, que aumentan la ventilación transversal, y está provista de estantes (foto de la derecha) en los que se colocan las cebollas para facilitar la aireación y combatir la humedad.
De ese modo, se puede mantener la cebolla durante 3 o 4 meses, hasta agosto, con pérdidas limitadas a un 10%. A ese momento, los sacos pueden venderse a unos 40 000 F, tres veces más caros que en plena temporada.
Sería bueno estudiar este modelo. Es posible que las paredes de barro protejan mejor del calor ambiente. De todos modos, hay que mantener una buena aireación.
Existiría una triple ventaja para vulgarizar entre los productores este tipo de construcción:
- Los productores que tengan un hangar de este tipo para cebollas no se verían obligados a malvender el conjunto de su cosecha.
- Si buena parte de la cosecha se conservase de ese modo unos meses, el precio de las cebollas en plena temporada caería mucho menos.
- Y, por último, Burkina Faso dispondría de su producción local desde enero hasta septiembre y podría reducir, por consiguiente, sus importaciones.
París, 10 de mayo 2011
Maurice Oudet
Presidente del SEDELAN