¡Negociaciones a expensas de los campesinos!
El gobierno de Burkina Faso ha anunciado la entrada en vigor, a partir del 9 de mayo y por el espacio de tres meses, de los nuevos precios, más baratos, del arroz, aceite y azúcar, productos de gran consumo. Decisión tomada el día antes, después de varias acciones de protesta, en particular en contra de la carestía de la vida, y, según ha dicho el ministro de Comercio, Patiendé Arthur Kafando, después de una semana de negociaciones con las asociaciones de consumidores, sindicatos, Coalición de lucha contra la carestía de vida (CCVC) y operadores económicos. Una vez más, los agricultores, que representan el 80% de la población, fueron excluidos de las negociaciones.
Veamos el caso del arroz. El gobierno ha adoptado una medida doble: la primera favorece al arroz de importación y la segunda se relaciona con el arroz local.
El arroz importado, de calidad estándar (25% quebrado) o, mejor dicho, de calidad dudosa, se cotizaba hasta ahora en el mercado de Uagadugú entre los 20 000 F y los 21 000 F el saco de 50 kg. Durante 3 meses, esos sacos se venderán a 16 000 F en Uagadugú y Bobo-Diulaso. Una medida que le costará al gobierno mil millones de francos en subsidios.
Durante esos mismos tres meses (véase más arriba), el SONAGESS (Sociedad Nacional de Gestión del stock de seguridad) cederá el arroz local que posee al precio de 15 000 F el saco de 50 kg.
De esta doble medida surgen muchas preguntas.
1. ¡Gobernar es prever! Nada indica que dentro de tres meses el precio del arroz habrá caído en el mercado mundial. Es posible que al final de las subvenciones, los comerciantes vendan el saco de arroz importado a 22 000 F o 25 000 F. ¿Qué hará entonces el gobierno?
2. ¿Por qué no reservar las subvenciones a los productos locales? Los mil millones de francos que el gobierno se va a gastar (por no decir dilapidar) subvencionando el arroz importado, ¿no hubiese sido mejor emplearlo en favor del desarrollo de la producción de arroz local?
3. ¿Por qué decidir arbitrariamente (mediante subvenciones) vender el arroz local más barato que el importado? Como si el arroz local fuese de peor calidad que importado, siendo éste último a menudo viejo de 5 a 10 años. La verdad es todo lo contrario. Hace años que consumo solo arroz de Burkina Faso, y puedo dar fe de su calidad, en particular la variedad que los especialistas llaman TS2, y que los productores de Suru comercializan con la marca "Aniongontè" (en Jula “el que no tiene quien le iguale”). Con esta decisión, el gobierno ha dado una pésima señal.
4. ¿Por qué los representantes de organizaciones campesinas, incluidos los productores de arroz, no fueron invitados a las negociaciones donde se tomaron dichas decisiones?
5. ¿Sigue siendo la política del Gobierno: "Alimentar la ciudad al menor coste"? ¿No ha aprendido la lección de la crisis alimentaria de 2008? Parece ser que el gobierno no conoce el refrán burkinabé:
"Dormir en estera ajena, es dormir en el suelo"
París, 1 de junio 2011
Maurice Oudet
Presidente du SEDELAN