¡Lo peor nunca es seguro!
En mi ultima carta dije las razones del por qué después del caso Tuareg en la región - África Occidental , y especialmente Burkina Faso – podría enfrentarse al caso Fulani. Sin embargo, terminaba con una nota optimista basada en una observación: los fulani, en la actualidad, después de haberse replegado sobre ellos mismos, desean tomar su sitio en la sociedad burkinabé. Desean ser totalmente reconocidos burkinabé, y están dispuestos a hacer todos los esfuerzos necesarios para ello. Tal como anunciado, he aquí por tanto, algunas propuestas que podrían desmentir la afirmación, a saber, “después del caso Tuareg, en la región surgirá el caso Fulani”.
1. La gran mayoría de los adultos Fulani son analfabetos. Incluso hoy, muchos de sus hijos no van a la escuela. Sin embargo, numerosas mujeres Fulani solicitan la oportunidad de poder leer y escribir en su propio idioma, el fulfulde.
También, propongo una discriminación positiva de la alfabetización de los adultos en legua fulfulde (en particular para las mujeres).Que se haga una encuesta en todas las provincias para identificar a las comunidades fulani que deseen organizar cursos de alfabetización en ellas. Y que se tomen medidas lo antes posible para satisfacer la demanda.
Sabiendo por experiencia, que una mujer alfabetizada inscribe a sus hijos a la escuela, en pocos años la tasa de escolarización de los fulani alcanzará la medida nacional.
2. Cuando el acceso a los pastos es posible, la trashumancia del ganado permite una alimentación óptima del ganado durante todo el año y contribuye a la seguridad alimentaria del ganado, a un coste reducido. Esto significa que la trashumancia del ganado es necesaria y ello durante mucho tiempo.”Es por esta razón que las áreas pastorales protegidas tienen tanta importancia en los programas del Ministerio de Recursos Animales”. (Estrategia de desarrollo, de seguridad y revalorización de las áreas pastorales protegidas – agosto 2008, p. 8). Esta elección debe ser respectada por todos, y requiere la contribución de los municipios rurales. Los ganaderos tienen todo su interés en colaborar en el desarrollo de estas áreas y asegurar a que sean respectadas. Su presencia activa en los Comités Rurales de Desarrollo debería de permitirles de trabajar en esa dirección.
3. La leche local (y sus derivados: yogur, degué, gapal, queso…) es cada vez mas apreciada y pedida por los consumidores burkinabé. Seria una lástima que sόlo los ganaderos modernos aprovechen de esta oportunidad. Muchos ejemplos demuestran que es perfectamente posible de implantar, en unión con los ganaderos tradicionales, mini-lecherías en cada pequeño centro urbano. Cada comunidad rural podría estudiar la viabilidad de tal proyecto.
4. Es más fácil construir una lechería y de formar alguna mujeres a la transformación de la leche, que acompañar a los ganaderos tradicionales para que alimenten correctamente, localmente, unas cuantas vacas lecheras durante todo el año. Sin embargo, es posible, con un acompañamiento adecuado. Un primer paso (el más fácil?) sin duda, es facilitar el acceso a la soja (¿por qué no a través de alianzas con algunos agricultores vecinos?) ofreciendo una formación sobre cόmo la soja puede ser un mejor complemento alimenticio que el SPAI (Sub Producto Alimenticio Industrial, como la harina de semilla de algodón) para las vacas lactantes, pero también, cόmo alimentar a un ternero con “leche de soja”
Una viuda del barrio de Abdalaye de Uagadugu alimenta de esta manera su vaca y su ternero gudali (le añade un poco de forraje) y así obtiene 8 litros de leche por día. Un agricultor cercano del monasterio de Kubry, también alimenta su vaca cebú-fulani y su ternero con soja y leche de soja (más unos 12 kilos de hierba seca por día para la vaca). La vaca le da 6 litros de leche por día. Esta viuda y este campesino recibieron una formación antes de pasar a la soja. Multipliquemos este tipo de formación ante los ganaderos tradicionales, en particular, los que alimentan una lechería. .
5. A esto; hay que añadir una formación al corte y almacenamiento del forraje. Todo ello es factible. El FONAEF (Fondos para la Alfabetización y Educación non Formal) podría reservar una parte de sus recursos e estas diferentes formaciones (la alfabetización en fulfulde, la alimentación de una vaca lechera y de su ternero, corte y almacenamiento del forraje). También podemos añadir cursos de formación reuniendo ganaderos y agricultores para juntos reflexionar acerca de las fuentes de los conflictos entre ellos, pero sobre todo buscarían igualmente a concretizar acuerdos y alianzas entre ellos. Los ganaderos con su ganado y su estiércol pueden ayudar a los agricultores a mantener buena la tierra; los agricultores pueden ofrecer a los ganaderos los residuos de las cosechas que son forraje de calidad. Pienso en las plantas del cacahuete, de los frijoles, a la soja, al forraje nebié…
Estas diferentes proposiciones no son exhaustivas. Únicamente quieren demostrar que es posible de reunirse en torno a un objetivo común de manera efectiva antes de que sea demasiado tarde. Hay que desmentir esta profecía.
“¡Después del caso Tuareg, en la región surgirá el caso Fulani!”.
¿Y si la paz social está en juego / es a este precio?
Kudugu, 2 de mayo 2012
Maurice Oudet
Presidente del SEDELAN