«Hay que pedir a los Fulani que se asienten y planten árboles»
Hace un tiempo, asistí al lanzamiento de un proyecto que se proponía, entre otros fines, acompañar a los ganaderos fulani. La presentación tuvo lugar ante el Gobernador de la Región. Para mi gran sorpresa, oí decir al gobernador a los responsables del proyecto: "¡Hay que pedir a los Fulani que se asienten y planten árboles ¡" ¡Como si los Fulani de Burkina Faso no estuviesen asentados!
Si hubiese hablado de sus ganados, podría entenderlo, aún no estando totalmente de acuerdo con él. En los años 70 o 80, al norte de Tugan (noroeste de Burkina), tenía amigos fulani que vivían en chozas hechas por ellos. Entre la estación seca y la de lluvias, se desplazaban unos 15 ò 20 km. Sobre todo, en la temporada de lluvias, marchaban a un lugar algo más alto, que permitía a hombres y animales no dormir en el barro.
Actualmente, los muchos fulani que encuentro ya no duermen en chozas. A veces, tienen casas con muros de barro y techo de paja, algo parecidas a las chozas tradicionales de los Mossi. Pero, más cada día, tienen bellas casas en "sólido". A veces, con bonitos patios con mangos o neems.
En todo caso, en estos días, he tomado tiempo para preguntar a algunos ancianos fulani, jefes de familia. He entrevistado a uno en el sur de Fara (al sur de la mina de oro de Pura). Le pregunté desde cuando habían llegado "aquí". Me dijo que no lo sabía con exactitud, pero que fue mucho antes que llegasen “los blancos”. Es decir, hace más de cien años.
Pregunté si practicaban la trashumancia. Respondió: "Sí, desde hace 8 o 10 años. Antes, había bastante espacio para nuestros animales. Y sobre todo, ahora hay demasiadas fuegos de campos". Le pregunté cómo se hacía la trashumancia y, en particular, si las mujeres acompañaban a los rebaños. Me respondió que sólo "los niños (hombres) de 30 a 40 años partían en trashumancia". Reunían todos los ganados del pueblo y se escogía a una docena de hombres (por consiguiente no las mujeres) para acompañar el ganado. Una docena de hombres sobre una población de 300 a 400 fulani. A penas el 4% de su población.
Esta trashumancia dura unos cinco meses (hacia Batie, y Ghana): desde finales de enero o principios de febrero hasta finales de junio o principios de julio.
Sabiendo que las mujeres no iban en trashumancia, le pregunté qué comían los hombres que acompañaban al ganado. Me dijo que comían principalmente bassi (cuscús de mijo) disuelto en leche. A veces, ñames.
Los otros fulani que he entrevistado en estos días viven en la región de Funzan (uno al oeste, otro al sur). Ambos han nacido en el pueblo en el que aún viven; uno nació en 1935 y el otro en 1942 o 1943. Están realmente asentados. Más aún que algunos mossi o, incluso, que algunos funcionarios, separados de sus familias por su destino a una zona remota.
Seamos serios; los Fulani de Burkina están perfectamente asentados, a veces desde hace mucho tiempo. A pesar de ello, a menudo, carecen de tierras. Rara vez son dueños del terreno en donde viven. Por eso, no tienen el derecho de plantar árboles.
Se puede, en verdad, pensar que el gobernador sabe muy bien todo esto. Entonces, pedir a los ganaderos que se asienten es un modo de responsabilizarlos de los conflictos, cada vez más frecuentes, entre ganaderos y agricultores, en particular de los conflictos de tierras junto a las zonas de pastoreo que los agricultores desean apropiarse. Volveremos sobre el tema. La ocupación de las tierras será probablemente uno de los temas principales de nuestra carta, pues aún no hay nada establecido.
Cuando oigo o leo -casi todos los días- que muchas tierras de cultivo de Burkina no están aprovechadas, y, al mismo tiempo veo que los ganaderos tradicionales ya no tienen espacio disponible para sus ganados, me hago muchas preguntas.
Cuando leo que la población de Burkina dobla cada 25 años, pero veo, al mismo tiempo, que a las sociedades multinacionales se les ofrece miles de hectáreas para el cultivo de la jatropha, tengo la impresión de que se piensa más al futuro de los países ricos, grandes consumidores de combustible, que al futuro de Burkina Faso .
Kudugu, 09 de octubre 2011
Maurice Oudet
Presidente del Sedelan