"¡ Sus co-esposas, las vacas!"
Estamos en agosto, y muchos nos encontramos de vacaciones o trabajamos a ritmo lento. Os mando algo de lectura.
""El paso indolente del ganado que, bien graso, regresa de la trashumancia provoca en las mujeres fulani tal entusiasmo que de sus pulmones brota los “yu yu” admirados dignos de los héroes que vuelven de la batalla.
A mí, su pastor, que lo ha llevado a los pastizales, esta marcha me inspira un poema.
Ríase quien quiera. Su burla no me impedirá decirlo: la más encantadora de mis amores, por quien afronto bestias, calor y tinieblas, la que me hace soportar mil penas y correr riesgos, aquella por quien mi corazón no cesa de latir, es, créanme, la vaca: bella dama que en Burgu (país donde crece el burgu - foto de derecha) se adorna de flores amarillas de oro y blancas de plata del nenúfar.
¿Acaso, puede compararse conmigo, quien lleva una vida voluptuosa, y pasa todo el día de una pulida estera a otra, y se embriaga la noche entre los brazos de quien, gracias a leche y mantequilla, productos de la vaca, sus piernas se han vuelto untuosas y blandas?
Cuando veo al jabalí verrugoso, orgulloso de hacer pastar a los suyos, con sus peligrosos dientes y su marcada fealdad repulsiva, ¿cómo no llevar a pastar con alegría a quien alimenta a su cría y al hijo de su amo?
Soy feliz, pues he conquistado el oído de las mujeres fulani. Ellas me escuchan gustosas y hacen palmas para atizar mi ardor poético. Se ponen celosas cuando canto a la vaca, pues mejor que nadie saben que las vacas son sus co-esposas sin ser sus rivales.
Las descendientes de Ilo Yaladi (ancestro de los fulani) saben que las vacas, que secuestran a sus esposos durante días y meses, alcanzan muy alta estima en el corazón del hombre fulani, pero no pueden aspirar a los mismos beneficios.
Las bellas doncellas no sienten celos cuando el joven pastor crea un primer madrigal (tipo de poema corto y sin forma fija) para sus vacas bien grasas.
Las mujeres Fulani, atentas con sus hermanas mudas, solo pueden tener para ellas un delicado pensamiento y una ternura fraterna..
¿Dónde encontrar un hábil bambaaɗo (guitarrista) para acompañar mis pequeños poemas a la vaca e imitar con su música el caminar de los pastorcitos de Masina y las pastorcitas del país donde los Negros se saludan con un "Lâfibe, Belafi", el país mosi donde el Kerr de Naba y el Tuguru Naba hacen la ley como los carniceros que cortan la carne?
Yo desafío a la lluvia y a los vientos; la falta del tapebord (sombrero típico) no me impide abrir la cerca y tomar el camino recto que conduce a los pastos.
LEl morabito inclinado sobre sus papeles lee manjares sentenciosos. Yo, de la variedad de los vestidos bovinos, saco mis maitines. Son lecciones que educan e ilustran al pastor.
Cuando canto, la pausa que hago permite al coro acompasar su ritmo.
Mis rechazos no son accidentales. El mugido de la vaca es bastante elocuente y me inspira la idea feliz que termina mi canción.
Si se suprimiese el oficio de pastor, no tardarían mucho tiempo los pueblos en darse cuenta que se trata de una vocal esencial entre las consonantes de los oficios.
¿Quién puede tener tan poco sentido común que diga a quien le provee de manteca, leche, carne y fertilizantes que es una expresión inútil o insignificante de la existencia?
¡Cantores y poetas, decid que los bueyes son joyas animadas. Al entrar en una región de pobre vegetación, la transforman en paisaje.
Por donde pasan, los mechones de hierba y los árboles aparecen como gigantescas flores multicolores con botones abigarrados, girando de un pétalo de otro.
JYo no soy bardo urbano que va de choza en choza, yo voy de llanuras a pastizales y a menudo cuando canto, el primer hijo de la selva -el Señor de la melena rizada- responde con un rugido que hace callar hasta al ratón que roe en la hierba seca.
Mis alabanzas a la vaca no son exageradas por los servicios que presta al hombre.
Le ofrece todas sus partes, totalmente utilizables, incluso la bilis que cura los dolores de oído y del corazón.
La muerte de la vaca hace sangrar mi corazón. Si no temiese ser mal interpretado y tomado por un villano avaro, me gustaría llevar luto a la muerte de cada vaca y de mi mente surgiría un canto fúnebre."
Extracto de "El Mundo Negro - Poesía fulani de Macina" p.175
Amadou Hampaté Baes un escritor fulani maliense nacido en Bandiagara (Mali) en 1900 (o 1901) y murió el 15 de mayo 1991 en Abijan (Costa de Marfil).