abc Burkina n° 31

Zambia : ¡escoge la dignidad !

La decisión tomada por el gobierno de Zambia, de rechazar la ayuda alimentaria ofrecida por les Estados Unidos, chocó a mucha gente. La prensa expresó su desaprobación y al mismo tiempo su extrañeza, viendo que un país, cuya población peligra con sufrir de la hambruna, tuviese la osadía de rechazar la oferta que le había sido hecha. En realidad, en la mayoría de los artículos que he leído, no hacen mención de las verdaderas razones que han inducido a Zambia a tomar esta opción negativa, de hecho, difícil y peligrosa. Muchos autores han preferido indicar que la negativa zambiana era la consecuencia del miedo que tenían por falta de garantías del gobierno americano para asegurar que el maíz ofrecido no estaba genéticamente modificado (GM). Estos autores citan a las autoridades zambianas que se lamentan de la falta de encuestas sobre este asunto. Nadie conoce les efectos, a largo plazo, de los elementos genéticament modificados, sobre aquellos que los consumen. Y el gobierno americano replica que sus súbditos lo comen todos los días y que no se encuentran tan mal. ¡ Pan ! Un cándido oficial americano añade que, después de todo, « ¡ a caballo regalado no le mires los dientes ! ». (Y decía : « ¡ Los mendigos no pueden escoger ! »).

Quizás, la última cita que precede, indica la dirección de lo que muchos suponen que yace detrás de la insistencia del gobierno americano al ofrecer cereales genéticamente modificados a Zambia y a otros países africanos. Entre los años 1944 y 2000, el 30 % de las 500.000 toneladas de maíz y derivados, dados por los Estados Unidos, eran excedentes de las existencias (stocks) de cereales genéticamente modificados. Podiendo escoger, Zambia - y otros muchos países – ha preferido rechazar la importación a su país las cosechas genéticamente modificadas, disguntando enormemente con éllo, a la industria agrícola americana.

El centro de los jesuitas para la reflexión teológica, en Lusaka, señala que los dos principales peligros de los organismos genéticamente modificados (OGM) son la posible amenaza sobre la salud y los riesgos que se corren en las infraestructuras de la agricultura zambiana. En cuanto a la posible amenaza, - ya lo hemos dicho - nadie sabe, todavía, cuales son, a largo plazo, los efectos de los OGM sobre la salud ; la cuestion no ha sido todavía estudiada a fondo. En cuanto al segundo peligro, existen otros problemas de futuro que tienen su importancia : riesgos de una producción disminuída, empleo masivo de los herbicidas, resultados discordantes y reducción del beneficio económico de los pequeños granjeros. Quizás también - y sobre todo - la pérdida posible de acceso a los mercados europeos para los productos zambianos como son las flores, frutos y legumbres, tabaco, café y productos orgánicos. En el año 1999-2000, Zambia ha exportado más de 8.400 toneladas de productos hacia Europa, por un valor de 62,6 millones de dólares.  Si estos productos zambianos son contaminados por la polonización cruzada con especies genéticamente modificadas, Europa - que es alérgica a todo sistema GM - podría entonces rechazar les productos zambianos.

Esto es, precisamente, en parte, el objectivo - dicen algunos - que empuja a los Estados Unidos a multiplicar sus exportaciones OGM hacia los países que son incapaces, práticamente, de rechazarlos. Y si los Estados Unidos no pueden entrar entrar en el mercado europeo por la puerta grande, lo intentarán, entonces, de infiltrase por la puerta trasera, es decir por los países pobres que tienen necesidad de su ayuda. Biowatch del Africa des Sur lo afirma sin ambages : « Africa es utilizada como el cubo de la basura del mundo…darle comida y semillas no sometidas a un test no es una benevolencia humanitaria, sino más bien, una tentativa de encerrarla, en una dependencia, cada vez más esclava de la ayuda humanitaria. »

Las organizaciones que producen OGM podrían, en teoría, hacer valer sus quasi derechos de autor sobre los productos OGM nacidos por polinización en los campos vecinos de los granjeros tradicionales. Por tanto, los granjeros que conservasen simientes para sembrar en el año próximo, podrían ser perseguidos por …plagio. Igualmente, se podría temer que, las compañías biotecnológicas, introdujesen también genes exterminadores en sus simientes, de manera que impediesen que los pequeños granjeros, pudiesen resembrar después de la cosecha ; estos granjeros se volverían de esta manera dependientes de la grandes compañias que controlan los precios de las simientes.

Si ésto no fuese poco, los organismos genéticamente modificados, podrían crear problemas de destrucción del medio ambiente y de desequilibrios biológicos, - como se observa en algunos casos ; por ejemplo : la amenaza recientemente señalada sobre la mariposa Monarca - : existiría, entonces, resistencias acquiridas por los insectos, contaminazión de las plantas salvajes vecinas de las plantas domésticas, una mayor utilización de productos químicos, la desaparición de la biodiversidad y mutaciones dañinas y nocivas.

« ¡Pero la gente tiene hambre ! dirán algunos ; ¿ tiene derecho, el gobierno de Zambia, a cerrar los ojos ? ¿Existe otra posibilidad de actuación ? » La respuesta es : ¡ sí, de hecho ! Bastaría con moler los granos genéticamente modificados, de manera que sirviesen solamente para la comida y no para el cultivo ; pero ésto costaría caro… y los Estados Unidos se niegan a cubrir los gastos. Al mismo tiempo se corre un riesgo : pues, si el molino está en le país importador, inevitablemente, algunos granos se escaparían de estos molinos, por casualidad o deliberadamente. Existe otra solución, - sin duda, la preferida por World Food Program (WFP) - que sería de pedir a los Estados Unidos que diesen dinero en vez de semillas. La organización WFP podría, con este dinero, comprar abundantes excedentes de semillas non-GM, provenientes de los países africanos vecinos, eliminando así el problema de los OGM y, al mimo tiempo, sería una ayuda para las economías de estos países vecinos. Desgraciadamente, los Estados Unidos han vetado esta solución, lógicamente, más sencilla y más práctica.

Tenemos que alabar a Zambia por su valiente actitud. Su decisión fué madura y resistió a fuertísimas presiones. Una delegación de científicos y de políticos zambianos fué enviada a los Estados Unidos y a Europa para estudiar la cuestión. Limitados por un sistema económico internacional , a menudo injusto, han escogido:  la dignidad. Esperamos, que su ejemplo, servira de modelo sólido de acción para los países que conocen las mismas dificultades. Su elección no era, solamente, entre el hambre y el alimento infectado ; había muchas más cosas en juego : un rechazo de ser víctimas impotentes frente a un capitalismo seco y duro. ; han demostrado al mundo que no eran mendigos sino conscientes de su propio destino.

 

Phil Reed, M. Afr

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