abc Burkina n° 115 |
Burkina Faso :
El descontento de los rurales |
Los campesinos de Burkina
estaban invitados este año a un gran encuentro en la ciudad de Gaua en el
sudoeste de Burkina. Por la novena vez consecutiva , los campesinos van a
desgranar sus problemas ante el jefe del estado y ante el conjunto de los
miembros de su gobierno. Un año después de Kaya, ¿ qué ha cambiado,
fundamentalmente, en el panorama agrícola de Burkina Faso ?.
La esperanza suscitada por la SOPROFA (sociedad de promoción de los circuitos agrícolas), nacida para facilitar la comercialización de la producción nacional, se desvanece como la niebla desencantando a más de un productor.Si la amenaza de la invasion de las langostas ha sido dominada, los agricultores de Burkina, sin duda alguna, permanecen eternos siniestrados. Viven, cada vez, con mayor dificultad de su trabajo. El desentendimiento del Estado y la apertura demasido rápida al liberalismo están matando todo el potencial agrícola del país. Fuera del sector algodón, bien enmarcado, debido a las importantes divisas que proporciona al Estado, los otros sectores han sido entregados en manos de la competencia salvaje y de la especulación malsana. Resulta que los campesinos y sus organizaciones, arrinconadas hasta en sus propios campos, salen por fín de su reserva y levantan la voz. Una petición acaba de ser depuesta ante las instancias de la UEMOA pidiendo que se proteja al arroz en su espacio comunitario. Aunque no sea todavía una revolución de los sin pantalones, ¿ no será, este estremecimiento, el signo inquietante de los productores en remisión condicional ?. Tienen tres exigencias : Primo , la reglamentación de las importaciones de arroz y de sus factores de producción en términos de calidad.Secondo , que el arroz local sea tomado en cuenta en la constitución de las existencias de seguridad.Tertio , que por cada importación de arroz, un porcentaje sea tomado en cuenta para la compra del arroz local.De hecho, los productores africanos, solamente, piden que exista una verdadera política agrícola que les tenga en cuenta como actores sociales y económicos. En este sentido, la UEMOA, ¿ podrá revisar a la alza la tarifa exterior común (TEC) de un 10 %, como lo desean las organizaciones campesinas ? Todo es cuestion de voluntad política y de saber para quiénes se pone en marcha las políticas agrícolas y comerciales. ¿El buen sentido común campesino estará suplantando al genio de nuestros dirigentes políticos que firman a menudo acuerdos desastrosos en término de consecuencias para las poblaciones rurales y sus propias economías ? La mundialización, tal como es aplicada en África, está matando a la agricultura. Después del arroz, será la ganadería quien pagará los platos del librecambio ambiente. Las aves y la carne importadas están ya en nuestras fronteras. ¿Qué principio de la OMC debemos respetar para librar el mercado local a los productos importados y de primera necesidad, con peligro de desiquilibrar nuestras economías ? Sin embargo, los cantores del liberalismo del Norte son los primeros a proteger sus economías a golpe de subsidios. Si la tendencia continúa, llevarán su cinismo hasta querer asegurar nuestra propia seguridad alimentaria, inundando nuestros mercados con productos de base de sus viejos excedentes y a precios fuera de toda competencia. Ésta es la ambición, a penas velada, de los países occidentales y asiáticos. Se trata de reducir a África en un mercado de consumidores y en un simple proveedor de materias primas para las industrias del Norte.¿Es todavía necesario hablar de seguridad alimentaria cuando el agricultor africano se pregunta si merece la pena de producir ? Podemos preguntarnos ¿para qué sirven los miles de millones invertidos en el sector agrícola desde decenas de años ? Existe un gran peligro de perder esta soberanía alimentaria que hace la especificidad y el orgullo de algunas regiones en provecho de una colonización alimentaria. Para hacerle frente, es necesario acciones enérgicas y ciudadanas. Consumir los productos locales, tal como lo desea la Confederación campesina del Faso, es un primer paso que es necesario acompañarlo con estrategias de comercializacion y de marketing. Es el eslabón que más falta para sostener la agricultura. Los agricultores saben producir calidad, y es lo que han aprendido. El resto es cuestion de los políticos ; de los comerciantes y de los consumidores. Aquí está todo el mal de nuestra agricultura. ¿Para quién producimos ? "Le Pays"
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