a b c B u r k i n a |
¡El algodón : un cultivo reservado a los ricos! |
Este artículo ha sido extraído del número 302 (abril 2002) de la revista "afrique agriculture" que dá regularmente noticias interesantes sobre la red del algodón (entre otros). Los países que subvencionan su producción de algodón, Estados Unidos y Unión Europea en cabeza, no están dispuestos a cambiar su política. Y los socios capitalistas no están dispuestos a meter su mano en el bolsillo para salvar el algodón africano. Las cosas han sido claramente anuncias en el curso del seminario organizado en París el 27 de febrero por Maurice Adevah-Poeuf, ponente especial de la Comisión de las finances para los créditos a la cooperación a la Asamblea nacional francesa : ni los Estados Unidos, ni la Union Europea quieren modificar su política de subvenciones a sus productores de algodón. "Esta situación no nos satisface, pero la Política agrícola comunitaria no puede ser alterada bruscamente. Habrá evoluciones, pero nada significativo antes del 2004. ¿Cuando y cómo se podrá modificar esta política de subvenciones?. De hecho, no se sabe con exactitud." a explicado, confuso, Antoine Gosset-Grainville, encargado por el Comisario europeo al Comercio, Pascal Lamy, de anunciar la mala noticia. El consejero de Pascal Lamy no dirá mucho más. Pero que se puede decir más sino que la Union Europea otorga cada año un total de 800 millones de euros a Grecia y a España para subvencionar sus productores de algodón (2 % de la producción mundial), sea casi cinco veces más que los 170 millones de euros del déficit de la red algodón de Africa subsahariana en ele año 2001. No hay humor en los americanos. En revancha, Neal Gillen, vice Presidente de la American Cotton Shipers Association, no tiene pelos en la lengua, para quien las subvenciones americanas responden a una pura lógica electoralista en la medida que los grandes Estados productores de algodón : Tejas, Georgia y Carolina, actúan tradicionalmente como árbitros en favor de una o otra mayoría en el seno del Congreso (cámara baja del parlamento) americano. Las subvenciones " no es lógica, es política. No hay ni voluntad política, ni petición pública para suprimirlas." dice Neal Gillen. Aunque "nuestros agricultores continúan produciendo, empujados no por el pedido, sino por las bonificaciones que permíten los programas guvernamentales." Neal Gillen parece convencido que esta política es útil para todos los productores dado que "en los Estados Unidos el consumo de algodón de procedencia extrangera sobrepasa ahora el consumo de algodón americano de 50 %, es claro que los productores de los países en desarrollo son ampliamente beneficiarios de nuestros esfuerzos" que permite a la industria cotonera de hacer frente a la competencia del sintético gracias al bajo precio de la materia prima : ¿cuales serían las perspectivas para los cotoneros europeos y oesteafricanos, si el consumo al detalle en los Estados Unidos fuese de 12 millones de balas por año en vez de 20 millones? se pregunta. Resta que los Estados Unidos premanecen como el primer exportador mundial y que su parte a aumentado todavía más el año pasado para alcanzar 32 % del total contra 25 % en el año 2000. Gracias a las subvenciones, el productor europeo percibe alrededor de € 2,5/kg de fibra producida y el productor americano un poco más de € 2. El productor africano, no subvencionado, percibe, en cuanto a él, € 0,25, mientras que el precio mundial es de menos de € 0,9. "Ninguna red puede ser rentable a ese nivel de precio. Sin una medida urgente, el cultivo del algodón será reservado pronto a los países ricos", comentaba un responsable del Algodón Tchad. No hay dinero No hay ideas Estas medidas de urgencia, reclamadas por los productores africanos, no parecen que son para mañana. Serge Michaïlaof, director ejecutivo de la Agencia francesa de desarrollo (AFD) admite que "40 años de trabajo para desarrollar el algodón africano son puestos en peligro por las subvenciones de los países ricos y la cooperación internacional se lava las manos". Pero hay que señalar enseguida que los € 170 millones de déficit de la red cotonera africana del año pasado son superiores de € 20 millones al conjunto del presupuesto financiero que dispone la AFD por el mismo año. Ives Saint-Geours del ministerio de Asuntos exteriores, se declara cupable y confiesa su impotencia : "No tenemos los medios suficientes para intervenir en esta crisis". ¿A quién tiene la culpa ?. A las « rigidezes » que impiden la reorganización de nuestros créditos. Visiblemente fuera de juego, el representante europeo sugiere de acelerar la integración regional. Finalmente, a cualquier lado que uno vaya, no podemos que constatar que no hay ni ideas, ni dinero para salvar el algodón africano. Al menos que África, como lo ha hecho recientemente Brasil, embargue la OMC contre Europa y los Estados Unidos. Los africanos lo han sugerido pero timidamente… en el curso de un coloquio sobre el algodón, organizado a principios de marzo en Lomé por el Banco oesteafricano de desarrollo (BOAD). Antoine Labey |